Durante estos últimos años hay una mayor preocupación, llamémoslo interés, sobre alimentación saludable y por preocuparnos más sobre qué alimentos deben estar presentes en nuestra lista de la compra y posteriormente en nuestra despensa.
A veces, solemos asociar el concepto de alimentación saludable con estar a dieta, y eso es un grave error. Llevar una alimentación sana y equilibrada lleva consigo numerosos beneficios para nuestra salud. Una alimentación saludable es una apuesta segura para nuestro bienestar. Nuestro sistema digestivo es nuestro segundo cerebro, así que tanto nuestro estado de ánimo como nuestra salud cardiovascular, así como nuestra energía, entre otros, se van a ver afectados según sea nuestra alimentación.
Aunque las necesidades de alguien que trabaja en una oficina son distintas de las de quien realiza una labor más física, las bases generales de una alimentación saludable son los mismos.
En nuestro día a día, muchas personas no llegan a consumir las necesidades básicas de fruta, verduras, legumbres, frutos secos, y se hace un consumo mayor de alimentos hipercalóricos, ricos en azúcares, sal y grasas. Para analizar nuestra alimentación, basta con recordar lo que hemos consumido durante 3 días y hacernos una idea de si cumplimos lo dicho anteriormente.
Si no cumplimos con los básicos, podemos empezar a hacer cambios de manera paulatina, incorporando más verduras a nuestra alimentación, reduciendo el consumo de azúcar, bebiendo más agua, tratando de prestar más atención a lo que comemos, planificando el menú semanal.
¿Cuáles son algunos de los beneficios que nos aporta una alimentación saludable?
Nos ayuda a reforzar nuestro sistema inmune
El sistema inmune es la base de la salud. Nos protege de todos los agentes potencialmente dañinos, como virus y bacterias, atacándolos cuando entran en tu cuerpo. Prestar atención a tu dieta es una buena manera de reducir la probabilidad de infecciones y prevenir distintas enfermedades.
Regula el tránsito intestinal
Una alimentación rica en verduras y frutas, rica en fibra, con alimentos lácteos ricos en probióticos, cuidará de nuestra microbiota, equilibrando y regulando nuestro aparato digestivo.
Mejora nuestro estado de ánimo
Existen alimentos que contribuyen a mejorar tu estado de ánimo puesto que ayudan al organismo a segregar ciertas hormonas (endorfinas, serotonina) que provocan sensación de felicidad y bienestar.
Más energía
Llevar una alimentación equilibrada y sana, nos hace sentirnos enérgicos, rendir más en nuestro día a día, dormir mejor, tener digestiones ligeras, sentirnos mucho más vitales. Debemos saber que no se trata siempre de cuánto comer, sino de qué comer.
Protege nuestro corazón
Algunos alimentos como los cereales integrales ayudan a reducir los niveles de colesterol malo, altamente perjudicial para el corazón. Una dieta saludable implica que es baja en sodio, por lo que seguirla contribuye a mantener la presión arterial en los niveles adecuados.