Patologías asociadas al estrés
Aunque el estrés tiene una estrecha relación con el sistema nervioso, sus efectos se extienden a muchos más aspectos de nuestra salud. Los efectos derivados del estrés pasan por la ansiedad, pérdida de sueño y de motivación. Pérdida de memoria y de capacidad de decisión. Nuestro sistema inmune también se ve afectado. Se debilita y esto expone al organismo a numerosas infecciones.
Se ha demostrado incluso que las vacunas son menos efectivas en personas sometidas a estrés. Incluso se han observado efectos cardiovasculares como el aumento de la presión sanguínea, la frecuencia cardíaca, y alteraciones metabólicas que producen modificaciones de la grasa en sangre (colesterol y triglicéridos) y la glucosa en sangre (por la noche), aumento del perímetro umbilical y del peso en general.
A nivel nutricional se ha observado que la falta de apetito que puede llevar a situaciones de desnutrición. Además de problemas a nivel intestinal como colon irritable, úlceras, diarreas y vómitos que pueden condicionar la absorción de nutrientes.
Nutrición y estrés
El estrés tiene 3 síntomas importantes para el estado nutricional:
- Falta de apetito que puede llevar a situaciones de desnutrición.
- Problemas a nivel intestinal: colon irritable, úlceras, diarreas y vómitos que pueden condicionar la absorción de nutrientes.
- Alteraciones metabólicas: hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, diabetes reactiva,…
Todo esto son factores negativos para la evolución de la situación, ya que la persona con estrés solo ve que empeora. Se debe ser muy estricto en los hábitos para conseguir mejoras y evitar recaídas. Si bien es cierto que el tratamiento debe ser psicológico, complementarlo con deporte y alimentación puede resultar beneficioso para la evolución.
Pero además, existen ciertos alimentos con efectos beneficiosos sobre la ansiedad y el estrés, además de los nombrados en el punto anterior, que deberíamos aumentar dentro de nuestra dieta:
- Garbanzos: frenan la irritabilidad y son un antidepresivo natural gracias a las sales de litio que contiene. Las lentejas mejoran la tensión nerviosa.
- Almendras: ricas en vitaminas del grupo B, entre ellas el ácido fólico (B9). Equilibran el sistema nervioso, ayudan a reducir el estrés y mejoran el estado de ánimo.
- Ajo: se debe consumir en crudo para aprovechar todos sus beneficios (untado en pan o en salsas como el mojo). Ayuda a reducir el estrés y los procesos depresivos. Mejora el estado de ánimo.
- Cúrcuma: un colorante natural. La encontramos en preparados comerciales como el colorante para paellas aunque este formato no es tan saludable como si mezclamos las especias nosotros mismos en casa (ajo, laurel, azafrán, pimienta negra, cúrcuma). También forma parte de la mezcla de especias orientales conocida como ‘curry’. Numerosos estudios han demostrado la capacidad de la cúrcuma para reducir el estrés, mejorar la irritabilidad y la ansiedad, y modular la depresión. Debe consumirse con alimentos ricos en fosfolípidos como el huevo o los frutos secos para aprovechar sus propiedades. Los últimos estudios han observado beneficios de su uso conjunto con pimienta molida. El consumo de curry puede ser una buena forma de asegurar el aprovechamiento de sus propiedades.
- Arándanos: su consumo regular ayuda a reducir los efectos negativos producidos por el estrés y la producción de radicales libres.
- Té verde: sus compuestos ayudan a paliar los efectos negativos producidos por el estrés psicológico. Además, varios de sus componentes actúan inhibiendo los efectos negativos de la cafeína sobre el sistema nervioso.